El cuerpo solo uno, el alma... muchas, divagando, recorriendo el mundo atraída hacia los faros en la noche, llevada por las corrientes frías de aire hacia el mar, descansando en los panteones a veces escuchando tímidos murmullos de aquellos a los que ya nadie oye, desvaneciéndose en los amaneceres, y regresando de nuevo al cuerpo, solo uno, un solo cuerpo.